Se viene la lepra Rosarina y no es un tema menor. Desde que el Tata Gerardo Martino tomó la batuta en un momento que el descenso acechaba a Newell´s, el equipo comenzó a crecer y a protagonizar los torneos.
Y llegará al bajo Flores con jugadores muy experimentados y con un esquema similar al nuestro en el ataque: un solo punta Ignacio Scocco (el mejor delantero del futbol argentino), pero con tres hombres que llegarán permanentemente acompañando a su goleador: Victor Figueroa, Martin Tonso y Maxi Rodriguez. Más retrasados, cuenta con 2 volantes muy interesantes Pablo Perez y Hernan Villalba (para muchos el térmometro del equipo).
Y además tiene variantes para el medio en el banco: Bernardi (vuelve tras la suspensión por doping positivo), Mateo y el volante de la selección peruana Cruzado.
En la defensa cuenta con laterales experimentados como el paraguayo Cáceres por la derecha y el uruguayo Casco por la izquierda. Mientras que en la zaga central se afirman el juvenil Vergini con el experimentado mundialista Gabriel Heinze.
En el arco el joven Nahuel Guzmán, que tiene grandes tapadas y algunas salidas fallidas, sigue arriba de Peratta que seguramente atajará esta noche por Copa Argentina ante Deportivo Armenio.
Como vemos un equipo muy peligroso, que en Rosario mereció golearnos e increíblemente ganó con un penal muy dudoso sobre el final.
Maradona hace años en el 1 a 6 argentino ante Bolivia había escrito en el vestuario “la altura no existe” como si fuera un tema psicológico mental y no real. Sabella dio vuelta la página. Un equipo que había goleado a Venezuela lo cambió casi en su totalidad olvidando aquella falacia de que “equipo que gana no se toca” y con inteligencia táctica no solo sacó un punto sino que estuvo a punto de ganarlo.
Pizzi debe analizar bien el partido, entender cuáles son las claves del rival, prepararse para las notables contras de Scocco (atentos Alvarado y Gentiletti), evitar que Villalba maneje los tiempos desde el medio y marcarle a Mercier y a Kalinski que Maxi Rodriguez y Figueroa jugarán a sus espaldas para formar, junto al goleador, un “Triángulo de la Bermudas” para hacer “desaparecer” las ilusiones azulgranas.
Por eso el partido además de jugarlo hay que pensarlo, prepararlo y trabajarlo, sin dejar nada librado al azar ni a la buena de "Dios". El milagro divino nos ayudó ante Colón. Con las ganas de Buffarini, la firmeza del doble "5" y la habilidad de Alan Ruiz se puede ganar, pero debemos tomar el ejemplo de Sabella. Ganar se puede, pero sin olvidar la potencialidad del rival.
Vamos San Lorenzo.
Aldo Gaibuz