San Lorenzo vive momentos de cambios, no hay ninguna duda. Puede gustar más o menos, ser pro Pizzi o anti Pizzi, pero sin dudas que este torneo está marcando un antes y un después en la realidad futbolística azulgrana.
Tras la salida del esquemático, defensivo y televisivo Caruso Lombardi, una bocanada de aire freco llegaba a San lorenzo: Juan Antonio Pizzi, que con seriedad y bajo perfil cambió rápidamente el estilo de juego por pelota al ras del piso y mayor vocación ofensiva.
Pero como en todo cambio, también hay contradicciones tanto internas (dt - jugadores - dirigentes) como externas (periodistas e hinchas).
Pasamos de traer supuestas estrellas que volvían de Europa y de pasado de gran nivel en la Argentina (Piatti, Stracqualursi, Jara, Gentiletti, luego Cetto) a, obligados por las circunstancias, llenar el equipo de juveniles (Kannemann, Navarro, Villalba, Correa, Verón, Contreras).
Buscamos apuestas con jugadores de muy buen manejo como Alan Ruiz, Rolle y Mirabaje a terminar casi implorando al Papa Francisco que interceda para que al pipi Romagnoli le aguante su rodilla y que sea la manija del equipo, ayudándonos a alejarnos de los peligros.
Salimos de 3 volantes que te "comían hasta el hígado" para recuperar la pelota (Mercier, Kalinski y Aguiar) para pasar al uruguayo despedido, a "Kali" en el banco por bajas actuaciones y a implorarle a todos los santos que al "pichi" que tiene 4 amarillas no le saquen la quinta jamás en su vida.
Decíamos que por fín teníamos un lateral derecho como la gente (Prósperi) para terminar improvisando ahora en ese sector con dos marcadores centrales: Meza anteriormente y Alvarado mañana.
Explicábamos al mundo que teníamos al volante derecho mas rápido e incansable de la Argentina: Buffarini, para terminar meses después diciendo que era sólo un velocista con cero dominio del balón e incapaz de levantar la cabeza, y buscando si Navarro de buena pegada o Villalba con mucha velocidad podrían llegar a suplirlo por allí.
O de tener 3 puntas experimentados como Stracqualursi, Jara y Bordagaray y terminar mañana jugando sin centrodelantero y con dos jóvenes (Verón y Angel Correa ya que el "Tito" Villaba sufre pubialgia) que no juegan por adentro sino que son de desbordar para tirar el centro y que un punta conecte por el medio.
Hasta tuvimos que salir a buscar a otro arquero de urgencia, porque el capitán y titular cayó en desgracia y está detenido.
Es decir que todos entramos en una contradicción permanente. Y mañana nos espera nada menos que Quilmes, con el riesgo de que si mañana nos derrotan, nos pasan en la tabla de promedios.
El equipo del sur bonaerense no tiene grandes estrellas pero cuenta con fuertes defensores (Sebastián Martínez y Cristian Lema) que intentarán amedrentar a nuestros jóvenes puntas y arriba tienen dos hombres muy peligrosos: Elizari y Cauteruccio. El juvenil habilidoso es la gran apuesta: se lo considera después de la aparición del Indio Gomez y junto al Chori Dominguez, como uno de los jugadores surgidos más importante de las inferiores en los últimos 30 años.
Y al uruguayo ya lo conocemos: pelota dando vueltas dentro del área termina en la red.
También estarán acompañados por los carrileros "rulo" Romero y "cachete" Obermann, y con otros dos volantes interesantes, el "5" Juan Manuel Cobo y su ladero Mansilla. Es un equipo parejito por donde se lo mire, ya que Caneo que le daba el salto de calidad, no está físicamente aún 10 puntos.
Muchas veces de las opiniones y hasta de las mismas contradicciones surgen las soluciones mas impensadas. Esperemos que éste sea el caso. Porque San lorenzo no se merece volver a sufrir. Y su gente, tampoco.