Mas alla formación inicial del domingo coincida o no con el paladar de cada cuervo, la gente no exprese su disconformismo desde el minuto cero.
Uno es hincha de San Lorenzo, no de Kannemann y entonces murmuran y putean ante el primer error de Mas; de San Lorenzo, no de Romagnoli y entonces murmuran y putean ante el primer error de Piatti; de San Lorenzo, no de Villalba y entonces murmuran y putean ante el primer error de Correa. La tolerancia cero contra nosotros mismos es destructiva. No aporta nada más que desánimo y nerviosismo. Nuestro drama futbolístico en gran medida se entiende porque las expectativas le van ganando por goleada a la realidad. Pero son infundadas!!.
El único equipo capaz de generar cierto equilibrio entre las expectativas y su presente futbolístico es Newell's Old Boys (sin ser un dream Team). Los medios inflaron el bocho a la gente con el tema de que San Lorenzo fue el equipo que mejor se había reforzado. Para ver si los refuerzos son REALMENTE buenos deben jugar y demostrarlo.
Ojo, con esto no pretendo ser corta mambo con la ilusión que tenemos todos de ser campeón. Pero debemos empezar al revés. De menor a mayor. Hay hinchas que se sienten campeón del torneo, de la Copa sudamericana y de la Copa argentina antes de jugarla (incluso de la Copa Libertadores del año que viene que no estamos ni clasificados!!!).
Ese no es un problema de la dirigencia, de los jugadores, ni de Pizzi. Es del hincha (pelotas) desmesurado que da vueltas olímpicas imaginarias y si la cosa no sale, carajea, putea a diestra y siniestra, sin mayor fundamento de lo que él siente que tiene que suceder irremediablemente: ser campeón. Que se haga cargo de su desmesura y lo mire por TV. Pero que por favor, a la cancha no vaya...