Los jugadores deben la prueba de jerarquía

Los jugadores deben la prueba de jerarquía

Por el aire que se respira en San Lorenzo, parece que todas las flaquezas nacen en Bauza como si se tratara de una play station o manejara a sus dirigidos con un joystick.

Ahí, en segundo plano quedan los jugadores disimulados por un técnico diferente al anterior. Error, la responsabilidad debiera repartirse al revés.

Es verdad Bauza no le encuentra la vuelta al equipo, cambia los dibujos que 4-4-2 que 3-4-1-2, pero los carrileros no responden, no hay centros para los dos "9" y es desatinado poner a Villalba como enganche.

Tampoco reaccionó el DT en el entretiempo y además llenó el banco de defensores.

Ahora estos jugadores tienen una gran cuenta pendiente en definiciones tras perder por goleada en Catamarca la final contra Arsenal, eliminado injustamente por River en la primera fase de la Copa Sudamericana, y en un campeonato que le costó una inmensidad ganar no pudo superar a ninguno de sus 4 perseguidores (perdió con 5° Arsenal y con el 2° Lanus, empatando con el 4° Newells y con el 3° Velez), temblando en las dos últimas fechas no pudiendo superar a Estudiantes y Velez, celebrando a partir de las reacción histórica de Torrico en Liniers.

No hay una identidad con Bauza como si la hubo con Pizzi. Pero con Pizzi también preocupaban los bajones de Piatti, las intermitencias exageradas de Correa y las indefiniciones de Emmanuel Mas entre otros.

San Lorenzo no puede depender de un Romagnoli ya con 33 años y con limitaciones físicas.

Los jugadores deben una prueba de jerarquía.

El tiempo se les agota.