El argentino Emiliano Tade llegó desde Santiago del Estero para probar suerte y hoy se prepara para jugar una semifinal del mundo ante San Lorenzo: "No me lo podía imaginar, era impensado jugar contra San Lorenzo, pero ahora soñamos con jugar una final ante el Real Madrid".
Llegar a Nueva Zelanda no tenía nada que ver con su pasión por el fútbol: "Yo estudiaba abogacía en Buenos Aires, pero sentía que no crecía y que no maduraba, entonces me fui allá porque quería independizarme y lo logré. Toda mi vida quise viajar, encontré la oportunidad y la aproveché. No lo pensé ni un minuto, directamente lo hice".
Comenzó a trabajar hasta que un día un amigo le contó que en el Wellington United probaban jugadores y se presentó: "Afortunadamente quedé. Una vez que estuve en el equipo comencé a tener contacto con más gente y ellos me ofrecieron algunos trabajos para poder mantenerme. La verdad es que al principio el fútbol era tan solo una recreación, después eso cambió".
Reconoce que en Nueva Zelanda el fútbol es semiprofesional ya que "los clubes te pagan lo que uno gasta cotidianamente, expensas y algún que otro gasto, pero la realidad es que somos muchos los jugadores que tenemos que trabajar para poder tener un buen nivel de vida".
Y sobre el estilo de juego afirmó: "Están acostumbrados a jugar un fútbol fuerte y muy físico. Parecido al fútbol inglés, tirar pelotazos y centros a los delanteros", concluyó..